domingo, 14 de diciembre de 2008

Los Exitosos Pells, un hito en la Televisión argentina


Diario PÁGINA 12 - Cultura & Espectáculos 

Domingo, 14 de Diciembre de 2008 
TELEVISION › LOS EXITOSOS PELLS, PRACTICA Y TEORIA DE LOS MEDIOS 
Apuntes sobre la simulación, la fama y el sometimiento 
¿Cómo fue que un sutil entramado de dobles vidas se convirtió en el programa más visto de la TV, ganándole incluso al tanque de Marcelo Tinelli? Aquí, algunas claves de tema y estructura que convierten la tira de Telefé en un hito. 
Por Julián Gorodischer 

Carla Peterson y Mike Amigorena se destacan en el conjunto de buenas actuaciones. 
Cansada o vaciada de ídolos, la televisión se obsesionó con cómo se construye uno. Quizá la fijación de la ficción (Los exitosos Pells, Todos contra Juan , Amanda O) sea el intento desesperado de explicar la falta: lo más parecido a un ídolo, Nati “la monita” Oreiro, se desluce en una tira barata pensada para ver por celulares (Amanda O). Su personificación de una estrella de telenovela con éxito en Rusia quizá sea una forma de la añoranza. Más cáustico, Todos contra Juan se sube a la propia biografía de Gastón Pauls (nacido como celebridad en una comedia juvenil de los años ’90, Montaña Rusa) para seguir buceando en la misma fuente, indudablemente la moda de la temporada. 

Entre las comedias de la fama, sin duda, se destaca (por ascenso rutilante de sus figuras, acceso a la tapa de Gente de esta semana, primer puesto absoluto en el rating) Los exitosos Pells. Se anticipa como un “hito”: una trama sutil y sofisticada sobre la simulación le gana a veces en las mediciones a Tinelli, desbancando del podio al eterno certamen de duelos entre jurados y vedettes. Eso pasó. 
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Mike Amigorena es Gonzalo, un actor independiente al que le proponen ser doble de un presentador de noticieros muy popular, que cayó en coma, mezcla de accidente y agresión recibida de parte del capo del canal; lo reemplaza en un fraude pensado para mantener el negocio del ídolo. Por tratarse de una personalidad mediática, también se hace cargo de la vida personal del astro, Martín Pells (doble vida compuesta de una pareja gay, Diego Ramos, y una esposa para las cámaras, Carla Peterson). Mike Amigorena navega con versatilidad entre una personalidad real y una fingida sin ser grotesco; se desliza entre dos aguas igualmente profundas, siempre por debajo de la superficie oleosa en la que permanecen los habitantes de la factoría Pol–ka. Nunca está exaltado, ni se lo percibe artificial. Es temperamental para representar a Gonzalo, el actor pobre; y la voz se le hace chiquita y seseosa para hacer de Pells. 

Mérito de los guionistas es lograr que esa doble vida se inserte en un complejo mapa de dobles vidas generalizadas con una coherencia que homologa algún aspecto de todas las historias, como si las rigiera un eje común para una ficción que valora la solidez de las estructuras. 

Desde el productor descartable al jefe máximo de Mega News, todos ocultan amantes, negocios, orientaciones sexuales, intereses mezquinos. Como en las geniales comedias del inglés Ricky Gervais (Extras, The office), un mundo profesional se expresa en su miserabilismo, a través de las pequeñas desgracias de sus miembros. Aquí es la patética superioridad con la que el amo aplasta a sus siervos, la soledad en la que sumió a toda esa gente la dinámica fabril de su “trabajo creativo”, tener que aceptar el privilegio de unos pocos, la concentración del dinero, las vanidades irracionales que se despliegan por sólo aparecer delante de cámara... No hay mundos mitificados, igual que pasa en las comedias de Ricky Gervais. La falla evidente de los gags físicos y la máscara inamovible que molesta en los personajes gays no alcanzan para opacar la composición de Hugo Arana como el capo. 
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“Cómo están creando este monstruo, cómo están haciendo estos números”, se pregunta la directiva de la empresa rival, Mirtha Busnelli, en un capítulo reciente. “Están metiendo la telenovela en el noticiero”, se contesta en voz alta. Como dos capas que conviven pero no se rozan, Los... Pells combinan la comedia fresca de masas con preguntas críticas que se supone interesan sólo a una minoría: cómo funcionan los medios, qué operaciones generan un éxito comercial, cómo incide un guión sobre las noticias.... Pasa como en las mejores películas de Judd Apatow: hay un nivel en el que las cosas se rigen por el código remanido y convencional de la comedia romántica (en el caso de Apatow) o la ficción de castas profesionales (en Los exitosos Pells) y un segundo nivel donde de lo único que se trata es de cuestionar esos mundos, descomponer sus elementos un paso antes de la parodia, dinamitando al género progresivamente desde adentro. 

En verdad en Los exitosos Pells habría que hablar de varios géneros. Cada vez más, con el correr de los días, se va haciendo más corrosivo y contextual para criticar el vuelco al cholulismo de los noticieros, la mentira universal que rige el concepto de ídolo, la ficción colectiva de poder y felicidad que instituimos todos los días como “rating” o “encendido”. Lo paradojal (lo maravilloso) es que luego el ente oficial de la farándula, la revista Gente, los lleve esta semana a su portada decretando el nacimiento (de Mike Amigorena y Carla Peterson) de la celebridad off Corrientes. Los dos salieron y vuelven cada tanto a las filas de los teatros de Palermo y el Abasto; no los formó el culebrón, vienen de representar a Beckett y a Shakespeare en tablas oficiales y privadas. El, actualmente, compone a una travesti-estrella de rock muy carismática en las presentaciones del grupo Ambulancia (los viernes en el Velma Café). 

En la tele triunfan cuestionando moldes que, de tan frecuentes, ya naturalizamos: la insidiosa repetición con que nos castigan los androides de la venta directa, la subestimación hiriente que subyace al tono de maestra de primero que emplea una presentadora de noticias. El “falso aire” del noticiero de los Pells exagera la monocromía del presentador alienado e insiste sobre la invasión de la vida privada de estrellas que nos hace pedir “basta”. Si hay una teoría detrás es siempre en línea con el apocalíptico de Umberto Eco (el medio masivo como generador de parálisis y sometimiento) que cada vez concita más adeptos en la era Bailando por un sueño. 
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Ni en el fracaso de Primicias de Pol–ka, tampoco en la tira de Oreiro, Amanda O, se había pensado la fama como organización estamentaria de tipo fabril. Quizá sí en el lejano Mesa de noticias de Juan Carlos Mesa, pero la candidez de sus villanos y heroínas llevaba todo hacia el terreno del cuento infantil. Pocas veces la ficción local le corrió el velo de ese modo a una hoguera de vanidades. Aunque el proceso es complejo y bidireccional. Por estos días los especímenes ambiguos se convierten en “Los exitosos Carla y Mike”, posando en la tapa con la boca fruncida (ella) y un habano (él). “Aprendimos a tomarnos la vida con humor”, dicen como si fueran sus criaturas ficcionales. 
Con su presencia, los actores logran componer aguafuertes de un trazo tan realista que compensan el devenir delirante de la trama. Hay mucha oficina vista en las mentes detrás de este programa. Se huele el aire a biografía colectiva de asalariados sufrientes. Están el amo doble de Hugo Arana, la secretaria que manda (Andrea Bonelli), el energúmeno del ataque permanente, el pito parado (Federico Amador), el bufón de circo (Diego Reinhold), y le encuentran el tono a una oficina realista. Todos actúan separando a la mitología de su carga, como si saldaran una cuenta pendiente: el canal como una burocrática oficina pública sin ningún glamour. 

martes, 2 de diciembre de 2008

Una ficción que embellece la pantalla de la TV en Argentina

 Artículo de  Radar - Diario Página 12
 

DOMINGO, 30 DE NOVIEMBRE DE 2008

TELEVISION 2 >LOS EXITOSOS PELL$

Televisión registrada

Irreal, satinada y aceitosa, la comedia que despliega Los exitosos Pell$ es una aguda crítica a la máquina televisiva, pero también una mirada empática sobre sus criaturas, usos y costumbres. Paradójicamente, una bocanada de aire fresco entre tanto reality que proviene de su capacidad para exhibir la vida dentro del frasco.http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif 

Por Claudio Zeiger

Uno de los ejercicios favoritos de nuestra televisión –hace ya años– es mirarse a sí misma. No pensarse, más bien mirarse, en una práctica que suele tener mucho de narcisismo consolatorio. La tele es objeto de programas sobre programas, resúmenes y perlitas que nunca llegan ni llegarán a la ferocidad de, por ejemplo, la norteamericana MadTV. Medio chico y provinciano a pesar de ciertas ínfulas de liderazgo latinoamericano, la tevé local suele vivir bajo el imperio del sincero latiguillo “es lo que hay”. Quien mejor representa el espíritu televisivo argentino es el humor de Guillermo Francella, el hombre que siempre demuestra que todo es un decorado que está a punto de caerse.

Algo de ferocidad, sin embargo, se filtra en la mirada que sobre la televisión ensaya Los exitosos Pell$, producida y dirigida por Sebastián y Luis Ortega, con guión de Esther Feldman y Alejandro Maci, y protagonizada por Mike Amigorena y Carla Peterson. Comedia de eterno cielo celeste y pasillos de canal, de cinismo, exterior cool y sonrisas dentífricas. Aquí, el mundo de la tele es pura maldad, falta de límites, ambición feroz, falta total de escrúpulos, ejercicio despiadado del poder. Se le opone, como una isla utópica pero carente de libido, el teatro under, de donde proviene el personaje 1 de Amigorena, Gonzalo. Pero Los exitosos Pell$ es tan consecuentemente una comedia, que no parece intentar la más mínima construcción de un verosímil. Esta TV es feroz porque esta comedia es el imperio del trazo grueso. No por grosera sino por trabajar gruesamente con los estereotipos.

Donde sí parece asomar el atisbo de una cierta “teoría” sobre la televisión es en el incesante juego de espejos e identidades que propone el guión y sus vericuetos infinitos, que giran como el hámster en la rueda alrededor de si Pell$ cultivará la bisexualidad o qué hará con ese dualismo entre Diego Ramos (el hijo del dueño del canal) y la falsa esposa, Carla Peterson. La idea es que no hay grandes diferencias entre vida pública y vida privada. La televisión, de alguna manera, vació las mentes y los corazones de los personajes, así que todo parece transcurrir en una superficie resbaladiza. Gonzalo, por provenir del mundo del teatro under, todavía siente algún latido de la conciencia y el sentimiento, aunque cada vez menos. Los gays televisivos están muy bien diseñados: son huecos y queribles. ¿Qué debe provocar un gay en tevé? Risa y un poco de, compasión. Los malos –el Franco de Hugo Arana, su asistente Amanda (Andrea Bonelli), el trepador Walter Quiroz– no están menos vaciados de sentido porque su maldad es una vez más impuesta por las circunstancias, por sus roles. Ahí van todos, buenos y malos, en fila a cumplir mecánicamente con los rituales de lo que suponemos es una gran cadena de televisión: una picadora de carne sin valores y sin residuos sentimentales. En este juego de espejos que propone la comedia entre la TV real y la TV del espectáculo, son notables los momentos en que pantalla real y pantalla de Mega News se funden en nuestros televisores hogareños, como se lucen Amigorena, Peterson y Quiroz en las escenas en las que están “en el aire”.

Pero –¡amigos!– a no ponerse tristes. Efectivamente, Los exitosos Pell$ es una comedia brillante y sus leyes no deben estar regidas por otra cosa que no sea la lógica interna de dar la vida por un gag o un pase de comedia. Todo se subordina a esa lógica y a un lenguaje audiovisual cromado y satinado, que embellece las pantallas fatigadas de tantas vedetongas y tanta pelea inventada. No se sabe bien si los Pell$ son efectivamente Mónica y César o Guillermo y Karin. O si, más razonablemente, no existen en el país real. Pero sus vidas despiadadas, exitosas y lujuriosas transcurren en un mundo tan irreal que sospechosamente empieza a parecerse a un set de televisión.

Los exitosos Pell$ va de martes a viernes después de las 22, por Telefé.


jueves, 20 de noviembre de 2008

Los Pells reafirman los votos matrimoniales

El casamiento de los Pells
 Anoche, jueves 20 de noviembre  se vieron las imágenes del momento en que Sol y Martín, la pareja más exitosa de la televisión, renuevan sus votos matrimoniales


En el capítulo de  anoche, Marcela Nuñez (Mirta Busnelli), la dueña del canal de la competencia, descubre que Sol (Carla Peterson) y Diego (Walter Quiroz) mantienen una relación clandestina. 

Con esta información extorsiona a su rival Franco Andrada (Hugo Arana) con
develar que el matrimonio entre Sol y Martín Pells (Mike Amigorena) es una mentira.

Para salvar la situación, Franco resuelve que Gonzalo siga con su papel de Martín y renueve sus votos de matrimonio con Sol. 

Así le hará creer a todo el mundo que su amor es verdadero.

Tanto a Sol como a Gonzalo la idea no los seduce demasiado, sin embargo deben seguir adelante con la farsa del casamiento.

El paso por el altar traerá una serie de complicaciones para los exitosos Pells.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Reportaje a Carla en su camarín de los Exitosos- Clarín



Diario CLARÍN – 4 de noviembre de 2008

"Los exitosos Pells", no todo lo que reluce...

Serán un matrimonio muy particular, conductores de un noticiero de TV envueltos en una mentira, la tira que Telefé anuncia para hoy a las 22.30. Ella dice que con "Lalola" ya pasó la prueba más difícil. Para él será su primer protagónico y aunque se define como "vago", asegura que "nunca dejé de creer en mí".

Por: Gaspar Zimerman


 

 

Las paredes del camarín de Carla Peterson padecen de horror al vacío: casi no tienen espacio libre. Hay fotos de revistas de moda, afiches de viejas películas, rostros de actrices de todos los tiempos. Se destacan sus tres ídolas: Scarlett Johansson ("trato de copiarle el look"), Mirtha Legrand ("quiero protagonizar la película sobre su vida") y Madonna ("al final pude comprar la entrada para verla, pero ahora me da fiaca"). Parece nerviosa. Ella lo niega: "Estaba muy nerviosa antes de empezar Lalola: era un personaje de mujer-hombre, rarísimo para desarrollar, que sostenía toda la historia y tenía que funcionar sí o sí. Había mucho que tenía que probar. Ahora ya pasé esa prueba conmigo misma y estoy más tranquila: esta es una historia más repartida, con un protagonista que es el señor Pells". 

Habías dicho que estabas cansada de las tiras. 'Qué pasó? 

Ya habrá tiempo para descansar. Pensé tomármelo después de Lalola pero, tarde o temprano, iba a tener que seguir trabajando. No me iba a quedar en mi casa lustrando el Martín Fierro.

'Cómo es trabajar en una tira?

Es un ritmo que te destroza. Y, además, es otro tipo de trabajo que en el cine o el teatro. Entre Lalola y esto filmé una participación en La ventana, la nueva película de Carlos Sorín: hicimos una escena en un día y medio, y yo venía de grabar 35 escenas en un día. Es una locura. Al actor le gusta el trabajo de cine, pero en la televisión uno va aprendiendo cierto oficio. Es grabar, grabar y resolver todo el tiempo, tenés que improvisar más allá de que tenés tu libreto. Es un ritmo agotador: los horarios no los manejás vos, no podés faltar ni un día, volvés a tu casa y tenés que estudiar 20 escenas... 

'Cómo lo contrarrestás?

Hay días en que tengo un malhumor... Pero no me puedo quejar: trabajar en televisión me permitió viajar y vivir bien. 

Dijiste que te sentís más segura de vos misma. 'La mirada de los otros también cambió a partir de "Lalola"?

Sí, algo de eso pasó. Es lógico. Y también confían en lo que fui haciendo durante todos estos años. Aprendí mucho. 

Hoy se le da una importancia desmedida al rating. 'Cuál es la relación de los actores con el rating que hace el programa en el que trabajan?

Tenemos que hacer mucho rating, eso seguro (ríe). En Lalola nos dijeron que no nos preocupáramos por eso. Cuando bajó, dijeron "tenemos que hacer algo", pero todo quedó en la difusión: los actores no hicimos nada para que lo volviera a ver más gente. Acá no mencionaron el tema, pero se supone que Telefé tiene que seguir siendo el primero. 

Es decir que sentís la presión.

Sí, pero es buenísimo que el programa salga en este canal. Por la calle, mucha gente me dice que lo está esperando. Están pendientes. En América eso no pasaba, pero había gente que se sentía parte de Lalola como si fuera la hinchada de un club chico. 

Sabés que va a haber comparaciones con tu trabajo en "Lalola".

Es lógico. Voy a ver cómo me va... Lo importante es tratar de componer otro personaje, buscarle características diferentes.

'Cuesta hacer eso en televisión?

En este caso no, porque aquél era un personaje muy diferente. Pero sí, la televisión te lleva a tener tics, a hacer de vos misma. Después de un par de programas, ya se sabe todo de vos y no podés sorprender. Por eso, cada tanto hay que tomarse un tiempo y hacer como Madonna: reinventarse.

Pero, en realidad, él la desprecia y ni siquiera vive con ella: su verdadero amor es Tomás (Diego Ramos), hijo del dueño del canal de noticias, Franco Andrada (Hugo Arana). Un buen día, Martín Pells amenaza con irse a trabajar para la competencia; Andrada se enfurece, lo empuja y lo deja en coma. La solución a su problema se llama Gonzalo Echagüe (Amigorena), un actor desocupado, medio hippie, idéntico al conductor, que es contratado por Andrada y su secretaria, Amanda (Andrea Bonelli), para reemplazar a Pells. En poco tiempo, Gonzalo se enamorará de Sol.

Esta es la línea argumental de la nueva creación de Underground, la productora de Sebastián Ortega, responsable, con Dori Media, de Lalola. Hay varias coincidencias con la tira que se vio por América: parte del equipo autoral (Esther Feldman y Alejandro Maci); el mismo tópico de alguien obligado a simular y vivir una vida que no le pertenece; un ámbito mediático (en Lalola era una editorial). Y la misma protagonista: ante la deserción de Erica Rivas, fue convocada Peterson. De allí el cambio de nombre, que originalmente iba a ser El exitoso señor Pells.


 

sábado, 8 de noviembre de 2008

Diario Página 12 - Comentarios sobre Los Exitosos Pells


 

Diario PAGINA 12

espectaculos

SÁBADO, 8 DE NOVIEMBRE DE 2008

TELEVISION › EL ARRANQUE DE LOS EXITOSOS PELL$

Delante y detrás de cámara

Con una realización impecable y buen nivel de actuaciones, la nueva serie de Telefé arrancó cumpliendo con parte de la expectativa: si bien ofrece una atractiva pintura del mundo televisivo, todavía le falta dar rienda suelta a la ironía.

http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Emanuel Respighi

Con ciertas reminiscencias de films como El dice, ella dice y Presidente por un día, por citar sólo los más obvios, el miércoles debutó por la pantalla de Telefé Los exitosos Pell$ (martes a viernes, a las 22.30). La nueva comedia del equipo creativo de Lalola hereda de aquél los recursos que el año pasado y principios de 2008 convirtieron al ciclo de América en un extraño suceso: una puesta en escena impecable, un nivel de producción acorde con las exigencias del globalizado mercado actual, buen ritmo narrativo, logradas actuaciones y una musicalización que aporta a los distintos momentos que la historia exige. Sin embargo, la producción de Underground, Endemol Argentina y Telefé Contenidos careció en su debut en la pantalla de un guión que dé rienda suelta a las dosis de sátira e ironía que se esbozaron tímidamente. Como para que el combo televisivo que propone Los exitosos Pell$ termine de imprimirle la picardía necesaria para no desperdiciar sus logros técnicos y estéticos.

Si en 2007 Lalola se destacó por haber renovado visualmente la ficción televisiva local –y no mucho más que eso–, Los exitosos Pell$ profundiza ese concepto con una realización sofisticada, que no descuida detalle alguno. Los recursos tecnológicos de hoy en día son aprovechados al máximo por la producción del programa, como no suele pasar en las telecomedias, haciéndose visibles fundamentalmente en los momentos en que se recrea de manera fiel el funcionamiento de un noticiero, con videograph en pantalla símil al que utilizan las cadenas informativas internacionales. Del mismo modo, las transiciones y la escenografía que “viste” a la trama fueron diseñadas en función de que los puntos de fuga de los planos no sean fijos, sino que, a través de vidrios o pronunciadas perspectivas, adquieran una mayor profundidad visual, que termina volviendo más dinámica la imagen.

Sin correrse del cuadro de relaciones típico de las telecomedias del horario, Los exitosos Pell$ cuenta la vida de Martín Pells (Mike Amigorena), un exitoso y engreído periodista que conduce el noticiero más visto de la TV argentina junto a su mujer, Sol (Carla Peterson). Cerrando cada emisión del informativo con un beso en cámara, a los ojos del gran público ellos representan el matrimonio perfecto, la pareja ideal. Lo que el público no sabe es que detrás de esa fachada de felicidad se esconden dos seres que se odian, un matrimonio por conveniencia ideado por Franco Aranda (Hugo Arana), el perverso e inescrupuloso dueño del canal de noticias Mega News, que sabe mejor que nadie que el rating del noticiero descansa más en la idealizada pareja de conductores que en otra cosa.

Pero la continuidad de ese negocio redondo basado en el engaño al público comenzará a verse amenazada cuando Pells le anuncia a Aranda que no soporta más la situación y que se muda a la competencia, el canal M Noticias, propiedad de la ex esposa del dueño de Mega News (Mirtha Busnelli). En ese instante del primer capítulo, el director se enfurece y en una maniobra poco feliz empuja a Pells a través de un vidrio, con tanta mala suerte que la estrella golpea su cabeza contra una piedra y queda en coma. Los desesperados intentos para que la noticia no trascienda y la incertidumbre sobre los pasos a seguir encuentran una solución cuando esa misma noche –las forzadas casualidades televisivas– Aranda atropella a Gonzalo (también interpretado por Amigorena), un actor hippón de increíble parecido a Pells. Ni lento ni perezoso, el dueño del canal le ofrece cientos de miles de dólares para que reemplace en la pantalla y fuera de ella a su conductor estrella. Claro que la tarea no será nada sencilla pues, no se descubre nada, el parecido físico entre dos personas no es proporcional a la personalidad.

En un tono de comedia que se aleja del registro costumbrista pero también de la sucesión de gags de las comedias estadounidenses, Los exitosos Pell$ puede leerse como una simple telecomedia apta para todo público, que satisface las necesidades de quien pretenda entretenerse. Pero a la vez, el programa posee otra capa de lectura para aquellos televidentes que observen más allá de la trama de acción y asimilen a Los exitosos... como un alegato satírico del funcionamiento del mundo televisivo. En ese terreno, los primeros envíos dejaron entrever varias ideas sobre el universo catódico, entre ellas que lo que se ve en cámara de las personas públicas suele diferir de la realidad íntima, que por el rating los programadores son capaces de cualquier cosa –incluso de ocultar una muerte– y que el show siempre continúa. Pase lo que pase.

Haciéndose lugar para realizar ciertos guiños al mundo que recrea (“Hice una copia del contrato de Gran Hermano: tiene que estar muy desesperado para firmarlo”, explica Amanda, la directora de programación del canal, sobre el contrato leonino que firmará el doble de Pells), recreando con gracia espacios televisivos como E! True Hollywood story o los increíbles infomerciales del cable (con los Pells como protagonistas), Los exitosos... plantó las banderas de un programa del que tras los dos episodios iniciales deja la sensación que, ajustando el tono del guión, posee material de sobra como para emular el éxito del noticiero de ficción de la trama.

 

viernes, 7 de noviembre de 2008

DIARIO LA NACIÓN -


DIARIO LA NACIÓN – 7 de noviembre de 2008

Amigorena y Peterson se sacan chispas como el matrimonio del título Foto: Mariana Araujo

Los exitosos Pells, comedia romántica producida por Underground, Endemol y Telefé Contenidos. Libro: Esther Feldman y Alejandro Maci. Dirección: Luis Ortega, Mariano Ardanaz y Eduardo Ripari. Con Mike Amigorena, Carla Peterson, Hugo Arana, Andrea Bonelli, Diego Ramos, Walter Quiroz, Mex Urtizberea, Claudia Fontán y elenco. De martes a viernes, a las 22.30, por Telefé. 
Nuestra opinión: muy buena

El éxito de Lalola y el demorado estreno de Los exitosos Pells, su sucesor, no hicieron más que acrecentar la expectativa sobre esta deliciosa comedia romántica, que cumple con el desafío de ampliar el foco narrativo de su predecesora redoblando además la apuesta estética, pero conservando dos elementos primordiales que consagraron a la propuesta previa de Sebastián Ortega: la carismática presencia de Carla Peterson y un refinado lenguaje audiovisual (en el caso de Lalola, matizado por no pocas dosis de absurdo telúrico; aquí es todo bastante más glamoroso e internacional, una ausencia para añorar que es sin dudas consecuencia del éxito mundial de la tira de América).

El exitoso matrimonio del título (interpretado por Mike Amigorena y Peterson) conduce el noticiero central de la cadena Mega News. Pero el mayor desafío de la pareja no es el periodístico, sino evitar que el público descubra la verdad: que viven vidas separadas y que él tiene como pareja real a Tomás, el hijo del dueño (Diego Ramos) y ella, al movilero que planea reemplazar a Pells también al frente del noticiero (Walter Quiroz).

Harto ya de sus continuas peleas, Martín decide comunicarle al director de la cadena a la que ha ayudado a llegar a la cima -interpretado por un versátil Hugo Arana, a la cabeza de un gran elenco de reparto que aún no pudo lucirse- que "el hombre más famoso del país" lo dejará por la competencia. El empresario pierde la cabeza y en la escena más endeble de todo el compacto episodio inicial, su estrella queda en coma. Desesperado, Franco encuentra la solución a su problema de cartel cuando atropella con su auto a Gonzalo, un actor desesperado, desempleado e idéntico a Martín, que ocupará silenciosamente su lugar, con la ayuda de Amanda (Andrea Bonelli), su gélida mano derecha.

La idea no es original -como ya se ha dicho aquí, tiene al film Dave, presidente por un día, como referente central- pero el duradero atractivo de la confusión de identidades como motor de la narración encuentra aquí una atractiva vuelta de tuerca en el hecho que la razón del atractivo mediático del matrimonio Pells es, precisamente, el hecho de que su vida privada y pública es (falsamente) una y la misma. La aparición del parco Gonzalo y su instantáneo flechazo con una Sol que lo detesta (y que aún lo quiere) marcará el comienzo de un plan que, lejos de perpetuar la mentira como pretenden los villanos, terminará por lograr que ésta se vuelva verdad.

Al ser Pells , en su sentido más básico, la historia de una elaborada puesta en escena, el astuto guión de Feldman-Maci (cuya firma, sobre todo en la muy auténtica reconstrucción de la "vida de oficina", apenas vislumbrada anteayer, recuerda los mejores virtudes de Lalola ) pronto adopta la apariencia de un laberinto de espejos en el que el único espectador privilegiado es la audiencia, capaz de disfrutar de las superposiciones de los niveles de "actuación" en la performance de su dúo protagónico, tanto cuando engañan a los demás como cuando son engañados. La estupenda escenografía del ciclo -con gigantografías de los ojos de él y ella y múltiples ventanas por las que observar y ser vigilado- pone de manifiesto la condición voyeurística de su universo gracias a la excelente dirección de arte de Valeria Ambrosio.

Párrafo aparte merece el notable desempeño de Mike Amigorena en su doble papel, cuya caracterización, tan fresca como plena de detalles, nunca pierde de vista el corazón de su(s) personaje(s) y cuya química con la impecable Peterson es tan llamativa como esencial al éxito de un ciclo que promete, fiel a su premisa, lograr convencernos de que es posible tenerlo casi todo.

Dolores Graña 

 

jueves, 6 de noviembre de 2008

Los Exitosos Pells están en el aire



Noticias en Yahoo

jueves 6 de noviembre, 2:20 AM

Con buen ritmo y sólidas actuaciones, comenzó "Los exitosos Pells"

 

Buenos Aires, 6 de noviembre (Reporter). Luego de varias semanas de expectativa, Telefe estrenó anoche "Los exitosos Pells", la flamante ficción con la que busca afirmarse en el podio de audiencia y que tuvo un cuidado y prometedor primer episodio.

A lo largo de poco más de una hora sin cortes comerciales, el televidente pudo conocer más sobre Martín Pells y su mujer Sol (los aceitados Mike Amigorena y Carla Peterson), los conductores del noticiero más exitoso de la televisión.

Si bien ante las cámaras parecen ser la pareja perfecta, y el público los elige noche a noche, lo cierto es que se trata de un matrimonio por conveniencia.

Detrás de su apariencia de bonachón, Martín es un déspota que sale con Tomás (Diego Ramos en su regreso a la televisión abierta), el hijo del presidente del canal Mega (Hugo Arana en un rico papel) y Sol tiene un romance con el movilero estrella (Walter Quiroz).

Cuando Martín decide irse con la competencia -el canal "M", con Mirtha Busnelli en el rol de jefa máxima- el presidente estalla de ira y accidentalmente lo golpea, dejándolo en coma.

Para evitar un escándalo mayor, deciden cambiar a Martín por un actor desempleado, cuyo parecido con el conductor del noticiero es asombroso. Luego de entrenarlo para que lo imite a la perfección, el impostor tomará su lugar y dará comienzo a una serie de enredos.

Con una estética casi cinematográfica, sólidas actuaciones y un ajustado guión, "Los exitosos Pells" recuerda en su tono al último producto de Sebastián Ortega, "Lalola", y comparte con éste varios nombres tanto delante como detrás de escena.

La riqueza de los personajes y conflictos presentados augura suficientes situaciones como para ser explotados a lo largo de los episodios. Sólo resta saber si el público aceptará el programa y si, finalmente, los Pells podrán replicar en la vida real el éxito que tienen en la ficción. (Reporter)

TB-ML

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Carla Peterson y diario Página 12



Nota presentada por dos Foristas de Brasil en TA, Marcia y Juracy. 

¡Gracias chicas!

Por Emanuel Respighi 

Los roles protagónicos que la maquinaria televisiva le reserva a Carla Peterson deben tener un componente sorpresivo o no serán para ella. Esa máxima, absurda desde el mismo momento en que se la anuncia, sin embargo toma en la actriz status de verdad irrefutable. En su primer protagónico, Lalola, la rubia entró tardíamente y por la puerta de atrás luego de que Nancy Dupláa desechara la idea de protagonizar el programa, aun cuando había grabado el piloto de la tira. Exito mediante de la comedia de Underground Producciones y Dori Media en América, a seis meses de haber sobrepasado con soltura el ansiado protagónico televisivo, Peterson vuelve a encabezar el elenco en Los exitosos Pell$, la comedia que Telefé estrena hoy a las 22.30. Y lo hizo a su manera: incorporándose al programa de un día para otro, con el proyecto ya comenzado. “Es una cábala que tengo”, dice, más en broma que en serio (por ahora). “Debe ser que los productores no me tienen mucha confianza y tienen que madurar la idea de verme a mí como protagonista”, bromea. 

Peterson sabe que se encuentra en uno de esos momentos definitorios de la carrera de una actriz. Aunque cultiva el perfil bajo, es consciente de que con Los exitosos Pell$ se juega algo más que un papel en un programa de TV: del andar del ciclo dependerá, probablemente, su futuro como actriz en la pantalla chica. Es que si bien con Lalola demostró que sus cualidades de comediante le bastaban para ser cabeza de elenco, en el proyecto que comienza hoy deberá ratificar su condición de líder de equipo y de actriz apta para el gran público en Telefé, una pantalla con mayores necesidades económicas y de audiencia que la de América. De hecho, el mismo nombre del programa y parte del guión se modificó a partir de que se decidió su ingreso como coprotagonista, junto a Mike Amigorena. Inicialmente, la telecomedia se iba a llamar El exitoso Sr. Pells. Las malas lenguas señalan que la variación en el nombre de la tira se debió a una exigencia de la actriz. 

“La modificación del título del ciclo fue una propuesta de Sebastián Ortega (dueño de Underground Producciones, productora del programa junto a Endemol Argentina y Telefé Contenidos). Desmiento que haya sido un pedido mío. No se me hubiera ocurrido algo así. Soy muy nueva e ingenua como protagonista. Pero prometo que seré más vivilla a futuro”, le dice a PáginaI12, y suelta esa extraña carcajada silenciada, contenida, que la caracteriza. “Obviamente, no puse ningún reparo a la propuesta. ¿A quién no le gusta que cambien el nombre del programa por el ingreso de uno al staff? Fue una propuesta muy generosa, pero que sólo se plasmó porque Mike también estaba de acuerdo”, aclara, aceptando el mimo televisivo que le hicieron, pero desterrando cualquier tipo de divismo. 

–Por lo general, el nombre de un programa no suele modificarse tan fácilmente. Esa propuesta habla de que usted ya se ganó un lugar en el medio. ¿Cómo vive ese cambio de categoría actoral? 

–Trato de no creérmela ni de ponerme en estrella. Encaré este proyecto de la misma manera que hice Son amores, Sos mi vida o Lalola. La mayor diferencia es que ahora trabajo mucho más, porque uno está más tiempo al aire que cuando hace un personaje más chico. Y que al ser la cara del ciclo debo entrar más en contacto con los medios, e incluso estar siempre espléndida y con pilas porque una protagonista le transmite energía al equipo. Yo probé muchas cosas en la tele, trabajé con muchos actores... Mi carrera no tuvo saltos enormes ni caídas estrepitosas. Lo mío siempre fue de a poco, paulatinamente. Cada lugar que gané lo hice a puro esfuerzo. Entonces, este momento me llega con el conocimiento suficiente para no marearme. 

–¿Tuvo reparos con respecto a protagonizar durante años seguidos una comedia en horario central? Hay quienes consideran que hacer tira dos años seguidos, con personajes en el mismo género, desgasta a la audiencia. 

–Soy de las que creen que no hay que agotar a la gente, más que los que piensan que hay que aprovechar el momento. Pero uno no decide cuándo le llegan proyectos interesantes. Llegan y punto. Quería salir un poco del ritmo diario televisivo, pero cuando me propusieron hacer Los exitosos... no pude negarme. Todavía tengo la energía de trabajar todos los días. De todas maneras, Lalola finalizó los primeros días de abril, con lo cual creo que pasó un tiempo prudente como para no hastiar al público. Pero no tengo dudas de que para un actor es necesario que los demás se tomen un tiempo de uno y hacerse el espacio y el tiempo para que uno busque otras formas de expresión, otros lenguajes y personajes. Porque hacer tira te desnuda ante la gente. No es lo mismo que estar en una película, donde uno por un rato compone un personaje con el que el público se relaciona en ese momento y listo. La exposición diaria televisiva es tan rica como desgastante para la imagen de un actor. 


Detrás de las noticias 

En tono de comedia satírica, Los exitosos Pell$ contará el funcionamiento de un canal de TV y, específicamente, del noticiero principal, en una mirada que se promociona como “original sobre el mundo de la manipulación de la información y de las personas”. La historia se desarrollará haciendo foco en Sol y Martín Pells, la pareja del informativo Meganews que, además de compartir trabajo, están casados en la vida real. Ellos son la pareja estrella del canal, el matrimonio más querido del país. Pero detrás de esa vida soñada que aparentan se esconde un gran misterio que pone al descubierto que no todo lo que la TV muestra de sus hacedores es real. Mucho menos si la pareja pública es obra de alguien como Franco Andrada (Hugo Arana), el poderoso dueño del canal y gran manipulador de esta historia. 

Contando con el mismo equipo creativo de Lalola, Los exitosos Pell$ está escrita por Esther Feldman y Alejandro Maci. Andrea Bonelli, Mirta Busnelli, Claudia Fontán, Diego Ramos, Walter Quiroz, Mex Urtizberea, Diego Reinhold, Federico Amador, Fabián Arenillas y Gastón Ricaud son algunos de los actores y actrices que forman parte del elenco de la comedia que reemplaza en horario a Vidas robadas. “El programa muestra la doble vida que llevamos quienes trabajamos en la tele: una es cuando estamos en pantalla y otra distinta, a veces más, a veces menos, cuando dejamos de ser personajes para ser personas”, subraya la actriz. 

–De alguna manera, ¿Los exitosos Pell$ busca exponer alguna parte del funcionamiento de ciertos universos mediáticos? 

–Los exitosos... es una comedia de ficción, inspirada en cierta realidad mediática. Es cierto que es un programa que, pese a ser una comedia, permite varias lecturas. El público se reirá de las ironías sobre cierta realidad que uno puede ver o sospechar. El humor aparecerá por la ironía de los libros, aplicada a situaciones paralelas con las cosas que suceden. Cuanto más inteligente sea el público, más podrá ver y disfrutar del programa. La TV no sólo depende de los contenidos, sino también de lo que la gente quiera ver. Por eso digo que es un programa “3D”: se puede ver desde diferentes ángulos y en cada posición se ven cosas distintas. 

–Los exitosos Pell$ va a ser un programa que satirizará cierta realidad mediática, pero con actuaciones subidas de tono, que se alejan del costumbrismo. 

–No es costumbrismo, pero tampoco un vodevil. Es otro registro actoral con respecto a Lalola. No es tampoco la típica comedia de gags que se suceden todo el tiempo, cual sitcom. Es una comedia que tendrá sus momentos más o menos dramáticos. Lalola era un producto en donde todo estaba muy arriba: los libros, las actuaciones, las improvisaciones... En Los exitosos Pell$ no hay mucho lugar para la improvisación: está todo muy planificado y esquematizado. 

–Pero tanto Amigorena como usted son muy histriónicos... 

–Cuando empezamos a jugar demasiado, los productores nos pegan en la cabeza con una varita... No, en realidad, la gestualidad es necesaria en una comedia que no pretende ser realista. Además, como en la trama Sol y Martín actúan ser algo que no son, nos dan la libertad para gestualizar un poco más que lo habitual. 

–¿Qué piensa que va a atraer de Los exitosos Pell$? 

–El programa tiene una imagen impecable, una realización impresionante desde lo visual. Si en Lalola la estética era muy shining, acá, en cambio, hay una puesta de luz que busca más texturas. Creo que va a gustar mucho ese doble juego de conocer el mundillo televisivo y, a la vez, ingresar a un mundo de ficción divertido. Es una comedia coral, con muchos personajes, que logra no depender únicamente de los personajes protagónicos. El programa cuenta el día a día de la gente que convive en un canal de TV con una inmediatez espantosa, con un exitismo casi obsceno... Y es interesante ver cómo el programa muestra lo que no suele verse de la TV, los secretos que existen y sus egos. Los exitosos Pell$ juega con todos esos materiales. 

–¿Hacer este programa le hizo reflexionar sobre el medio en el que se mueve? 

–No me hizo dar cuenta de nada nuevo a lo que yo conocía del universo televisivo, artístico y mediático. De todas maneras, se trata de personajes que satirizan a quienes manejan el poder de la información. Hay muchas situaciones de la ficción que son parecidas a lo que ocurre en los canales, que son familiares. De todas formas, hoy la gente no es tan ingenua como décadas pasadas con respecto al manejo de los medios de información. 

–Hasta hace unos años, la TV era un universo misterioso que se cerraba en sí mismo. Hoy, el medio pareciera tener las puertas abiertas al público. Además de los programas que hablan sobre la tele y muestran su funcionamiento, ahora también se sumaron ficciones como Los exitosos... y Todos contra Juan, que en cierta manera satirizan la fama televisiva y la farándula. ¿Cree que es una apertura exagerada? 

–Lo que la tele muestra de la tele es bastante parecido a lo real. A mí me parece bien que la tele se muestre tal cual es. Lo que no apoyo es esa idea extendida que se tiene de que la televisión es lo más importante que hay en la vida y las personas que trabajan en la tele son las más poderosas. Hay gente que no mira TV todo el tiempo. Hay gente que ni sabe cómo me llamo... ¡y eso que vengo haciendo fuerza! (se ríe) En la Argentina, la TV tomó un lugar demasiado importante. Y así nos va. 

Subnotas  (En recuadro aparte)

Sobre la comedia y el drama 

Aunque Peterson posee una prolífica trayectoria teatral, donde se destacó interpretando distintas obras de William Shakespeare y tragedias griegas con buenas críticas, la TV la suele convocar solamente para la composición de personajes humorísticos en telecomedias. ¿Tiene ganas de cambiar de registro en la pantalla chica? “A mí me gusta hacer cosas que me diviertan desde el punto de vista profesional”, comienza a esbozar la actriz. “Igualmente, peor sería tener que venir todos los días a llorar. Cuando veo dramas como Vidas robadas, donde los personajes se desgarran y pasan por situaciones terribles, siempre me pregunto cómo hacen para mantener la energía y el ritmo para compenetrarse a diario en las tramas y sus personajes. Yo creo que me volvería loca. Lo bueno de la comedia es que te da la posibilidad de hacer de todo, porque cada tanto alguna escena dramática aparece. Eso no quiere decir que no he hecho drama ni que no lo haré. Sólo que por el momento no tengo la necesidad del drama”, confiesa, sin pudor ni prejuicio alguno. En el teatro, la actriz acaba de debutar como directora de Ceremonia enamorada, una pieza que desanda el universo femenino a través de textos de Shakespeare (todos los viernes en la Sala Beckett, Guarda Vieja 3956). “Es una obra que llegó a mis manos porque el año pasado falleció Miguel Guerberof, quien la iba a dirigir. Y como él era mi maestro, yo trabajaba con el grupo y había interpretado varias obras de Shakespeare, acepté seguir con ellos a modo de directora. Para mí, es un ejercicio, un entrenamiento. Un actor es como un deportista: nunca puede dejar de entrenar si quiere mantenerse atento. Uno tiene que seguir moviéndose siempre para no estancarse.” 


En otro recuadro

Cóctel con Amigorena 

En la comedia romántica que empieza hoy, Peterson compartirá cartel con Mike Amigorena, el actor que también con Los exitosos... va por su segundo protagónico, aunque pocos recuerden su paso por Una familia especial, telecomedia de Pol-Ka que sólo duró un par de meses en la pantalla de Canal 13. “A Mike lo conocía de cuando hacíamos juntos Sos mi vida”, recuerda la actriz, que dice compartir cierto tono de humor con su coequiper. “En aquel momento hicimos dos personajes secundarios pero con mucha presencia. Ahora nos toca ser a nosotros los protagonistas y creo que lo estamos llevando bastante bien, les ponemos mucha pila a las grabaciones y los ensayos. Ahora somos nosotros quienes tenemos que trabajar con mucha energía para transmitir en el set y que el equipo se contagie”, admite Peterson. Y no deja de tirarle flores a su compañero. “Mike –destaca– siempre me pareció un actor genial, muy divertido y de una gran plasticidad. Trabajar con él es tan grato como divertido. Y ese es un cóctel que no siempre se da. Es una tranquilidad, tanto para lo que puede pasar en pantalla como para el trabajo diario.” 


Arrow Fuente:Página12