domingo, 9 de noviembre de 2008

Reportaje a Carla en su camarín de los Exitosos- Clarín



Diario CLARÍN – 4 de noviembre de 2008

"Los exitosos Pells", no todo lo que reluce...

Serán un matrimonio muy particular, conductores de un noticiero de TV envueltos en una mentira, la tira que Telefé anuncia para hoy a las 22.30. Ella dice que con "Lalola" ya pasó la prueba más difícil. Para él será su primer protagónico y aunque se define como "vago", asegura que "nunca dejé de creer en mí".

Por: Gaspar Zimerman


 

 

Las paredes del camarín de Carla Peterson padecen de horror al vacío: casi no tienen espacio libre. Hay fotos de revistas de moda, afiches de viejas películas, rostros de actrices de todos los tiempos. Se destacan sus tres ídolas: Scarlett Johansson ("trato de copiarle el look"), Mirtha Legrand ("quiero protagonizar la película sobre su vida") y Madonna ("al final pude comprar la entrada para verla, pero ahora me da fiaca"). Parece nerviosa. Ella lo niega: "Estaba muy nerviosa antes de empezar Lalola: era un personaje de mujer-hombre, rarísimo para desarrollar, que sostenía toda la historia y tenía que funcionar sí o sí. Había mucho que tenía que probar. Ahora ya pasé esa prueba conmigo misma y estoy más tranquila: esta es una historia más repartida, con un protagonista que es el señor Pells". 

Habías dicho que estabas cansada de las tiras. 'Qué pasó? 

Ya habrá tiempo para descansar. Pensé tomármelo después de Lalola pero, tarde o temprano, iba a tener que seguir trabajando. No me iba a quedar en mi casa lustrando el Martín Fierro.

'Cómo es trabajar en una tira?

Es un ritmo que te destroza. Y, además, es otro tipo de trabajo que en el cine o el teatro. Entre Lalola y esto filmé una participación en La ventana, la nueva película de Carlos Sorín: hicimos una escena en un día y medio, y yo venía de grabar 35 escenas en un día. Es una locura. Al actor le gusta el trabajo de cine, pero en la televisión uno va aprendiendo cierto oficio. Es grabar, grabar y resolver todo el tiempo, tenés que improvisar más allá de que tenés tu libreto. Es un ritmo agotador: los horarios no los manejás vos, no podés faltar ni un día, volvés a tu casa y tenés que estudiar 20 escenas... 

'Cómo lo contrarrestás?

Hay días en que tengo un malhumor... Pero no me puedo quejar: trabajar en televisión me permitió viajar y vivir bien. 

Dijiste que te sentís más segura de vos misma. 'La mirada de los otros también cambió a partir de "Lalola"?

Sí, algo de eso pasó. Es lógico. Y también confían en lo que fui haciendo durante todos estos años. Aprendí mucho. 

Hoy se le da una importancia desmedida al rating. 'Cuál es la relación de los actores con el rating que hace el programa en el que trabajan?

Tenemos que hacer mucho rating, eso seguro (ríe). En Lalola nos dijeron que no nos preocupáramos por eso. Cuando bajó, dijeron "tenemos que hacer algo", pero todo quedó en la difusión: los actores no hicimos nada para que lo volviera a ver más gente. Acá no mencionaron el tema, pero se supone que Telefé tiene que seguir siendo el primero. 

Es decir que sentís la presión.

Sí, pero es buenísimo que el programa salga en este canal. Por la calle, mucha gente me dice que lo está esperando. Están pendientes. En América eso no pasaba, pero había gente que se sentía parte de Lalola como si fuera la hinchada de un club chico. 

Sabés que va a haber comparaciones con tu trabajo en "Lalola".

Es lógico. Voy a ver cómo me va... Lo importante es tratar de componer otro personaje, buscarle características diferentes.

'Cuesta hacer eso en televisión?

En este caso no, porque aquél era un personaje muy diferente. Pero sí, la televisión te lleva a tener tics, a hacer de vos misma. Después de un par de programas, ya se sabe todo de vos y no podés sorprender. Por eso, cada tanto hay que tomarse un tiempo y hacer como Madonna: reinventarse.

Pero, en realidad, él la desprecia y ni siquiera vive con ella: su verdadero amor es Tomás (Diego Ramos), hijo del dueño del canal de noticias, Franco Andrada (Hugo Arana). Un buen día, Martín Pells amenaza con irse a trabajar para la competencia; Andrada se enfurece, lo empuja y lo deja en coma. La solución a su problema se llama Gonzalo Echagüe (Amigorena), un actor desocupado, medio hippie, idéntico al conductor, que es contratado por Andrada y su secretaria, Amanda (Andrea Bonelli), para reemplazar a Pells. En poco tiempo, Gonzalo se enamorará de Sol.

Esta es la línea argumental de la nueva creación de Underground, la productora de Sebastián Ortega, responsable, con Dori Media, de Lalola. Hay varias coincidencias con la tira que se vio por América: parte del equipo autoral (Esther Feldman y Alejandro Maci); el mismo tópico de alguien obligado a simular y vivir una vida que no le pertenece; un ámbito mediático (en Lalola era una editorial). Y la misma protagonista: ante la deserción de Erica Rivas, fue convocada Peterson. De allí el cambio de nombre, que originalmente iba a ser El exitoso señor Pells.


 

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